Cuando, en la preparación de una campaña de marketing o de publicidad, toca definir el target, acudimos a la clásica división sociodemográfica o sicográfica. La edad, el poder económico, el lugar de residencia y, mejor aún, los estilos de vida de la gente, nos ayudan a delimitar nuestro mercado objetivo. Sin embargo, la saturación de mensajes, por una parte, y la tecnología digital, por otra, nos llevan a un nuevo paradigma como es la personalización. Ahora, técnicamente es posible y estratégicamente es conveniente, seleccionar y alcanzar a nuestro nicho de destinatarios con exactitud, evitando dispersar mensajes y malgastar presupuesto.