… Y SI FRACASAS, APRENDE.
Está en la ciudad sueca de Helsingborg y para un Emprendedor debería ser lugar de peregrinación; algo así como el estadio de Maracaná para un amante del fútbol o Graceland para un roquero. Se trata del Museo del fracaso . Su carta de presentación afirma, sencillamente, que “aprender es la única forma de convertir un fracaso en un éxito.” Allí se exponen “cadáveres” de la innovación y restos de prometedoras estrategias empresariales tales como la bicicleta de plástico, la lasaña de Colgate, los Bic femeninos y otras curiosidades.