Unboxing o las neuronas mirándose al espejo.
Confieso que el tema me tenía intrigado desde hace tiempo. Surgió, como ocurre a veces en internet, de casualidad. Fruto de un simple "dejarse llevar" por las olas, una tarde navegando por You Tube. De repente me topo con un vídeo en el que un desconocido, porque no tengo el placer y porque tampoco da la cara en ningún momento, dedica sus buenos 6 minutos a desembalar el último modelo de un smartphone cuya marca no recuerdo. Mientras lo hace, simplemente cuenta lo que va descubriendo que, por otra parte, es lo único que aparece en pantalla. Seis minutos después , ya finalizado el vídeo, me sorprendo absorto ante la pantalla y un tanto inquieto al reconocer que sí, que, en efecto, me ha atrapado.